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Mostrando entradas de 2010

Hombre preso que mira a su hijo. Benedetti.

Un texto para llorar. Trabajo que reconstruir. al "viejo" hache Cuando era como vos me enseñaron los viejos y también las maestras bondadosas y miopes que libertad o muerte era una redundancia a quién se le ocurría en un país donde los presidentes andaban sin capangas que la patria o la tumba era otro pleonasmo ya que la patria funcionaba bien en las canchas y en los pastoreos realmente botija no sabian un corno pobrecitos creían que libertad era tan sólo una palabra aguda que muerte era tan sólo grave o llana y cárceles por suerte una palabra esdrújula olvidaban poner el acento en el hombre la culpa no era exactamente de ellos sino de otros más duros y siniestros y éstos sí cómo nos ensartaron con la limpia república verbal cómo idealizaron la vidurria de vacas y estancieros y cómo nos vendieron un ejército que tomaba su mate en los cuarteles uno no siempre hace lo que quiere uno no siempre puede por eso estoy aquí mirándote y echándote de menos por eso es que no puedo despe...

Cronometria

Cuento los días: desde que nací en tu boca, desde que conocí el mar y sus secretos, desde que las estrellas murieron, desde que hizo frío y amaneció nevando en mi piel. Sueño esos días, tan lejanos, tan simples, llenos de dolor, de formas nuevas. Sueño con esas tardes y madrugadas en los brazos de la desolación buscando fuego y esperanza para un corazón que agonizaba en fosas, en las calles, en las escaleras del patio de tu casa. Voy rompiendo esas horas en las que no estás. Reconstruyo esos minutos llenos de sueños puros y de bondad. Te sueño azul, verde y lila con olor a tierra, a agua, a vida. Voy iluminada, amorosa, tierna, reventada. Voy misteriosa, volando en el mundo como espora. Voy en el agua y en la sangre. Voy en tu voz. Esos días contados: esos que señalo con mi cuerpo y con mi tiempo (que se llama mi vida ). Mis días van sumados y restados, enumerados en el asfalto, marcados, viviendo a cada instante el último minuto.

Kiosko en Santa María la Ribera

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After Such Pleasures

Esta noche, buscando tu boca en otra boca, casi creyéndolo, porque así de ciego es este río que me tira en mujer y me sumerge entre sus párpados, qué tristeza nadar al fin hacia la orilla del sopor sabiendo que el placer es ese esclavo innoble que acepta las monedas falsas, las circula sonriendo. Olvidada pureza, cómo quisiera rescatar ese dolor de Buenos Aires, esa espera sin pausas ni esperanza. Solo en mi casa abierta sobre el puerto otra vez empezar a quererte, otra vez encontrarte en el café de la mañana sin que tanta cosa irrenunciable hubiera sucedido. Y no tener que acordarme de este olvido que sube para nada, para borrar del pizarrón tus muñequitos y no dejarme más que una ventana sin estrellas. Julio Cortázar

Inventario

Repetir el primer error, desde la sombra. La sombra es una lágrima que no huye. Huyendo voy, ocultando la luz que nacía en un cuerpo vacío. Encontrando estoy, la piedra de la locura. Miro hacia todas direcciones, los puños se cierran, las olas se rompen, desvanecidas las esperanzas en el reloj de piedra, las puertas se azotan, hay que romperse las mandíbulas amando, gritar en el fondo de los mares este deseo que amortaja, un ave levanta el vuelo, las pupilas se dilatan, se quiebran los cristales, mi piel encendida busca ese lugar donde hela un corazón podrido. Repetido está el segundo error, desde la luz. En la penumbra dormía esa felicidad, y era mentira y era dulce y era pura y era mentira. En la luz se despertaba el deseo, vacío de futuro, vacío de temor, vacío de larvas, vacío. Repetido el tercer error, tenía tu corazón la forma del cielo.

La rosa primitiva

Escribo bajo el ala del ángel más perverso: la sombra de la lluvia y el sonreír de cobre de la niebla me conducen, oh estatuas, hacia un aire maduro, hacia donde se encierra la gran severidad de la belleza. Escribo las palabras y el penetrante nombre del poema, y no encuentro razón, flor que no sea la rosa primitiva de la ciudad que habito. Nunca el poema fue tan serio como hoy, y nunca el verso tuvo la estatura de bronce de lo que no se oculta. Hacia el amor, las manos, y en las manos, gimiendo, hojas de yerba amarga del pensamiento gris, secas raíces de una melancolía sin huesos, la danza del deseo muerto a vuelta de esquina y un sollozo frustrado gracias a la ternura. Hacia el amor, sonrisas, y en ellas, como almas, el malogrado espíritu de un mensaje que un día cobró cierta estructura, y que hoy, entorpecido, circula por las venas. Nunca digas a nadie que tienes la verdad en un puño, o que a tus plantas, quieta, perdura la virtud. Ama con sencillez, como si nada. Sé dueño de tu inf...

Baudelaire...

Gran destino el de la poesía... Contradice sin cesar el hecho -o ya no es poesía-. En el calabozo se hace rebelión; en la ventana del hospital, ardiente esperanza de curación... No sólo testimonia, sino que repara, y así se hace negación de la iniquidad. Charles Baudelaire [XXVI,130]

Retroceder

Retroceder y regresar a tu nombre, contemplar la extraña emancipación de mis ojos, mirar de lejos mi cuerpo: mis manos que sólo se tienen a ellas, mis piernas temblando, mi boca gritando. Contemplación de la lejanía a través de tu voz, el veneno que nunca busco pero siempre hallo. Siento el aire a mis cabellos acariciando, la suave y triste luz de las calles, se asoma a mi mirada la negra misión: pelear contra mi misma. Siempre he hallado un lugar donde esconderme, pasar por los muros, caminar sobre el aire, buscar la piel que encienda el cansancio de los años.

Desvelado Amor. Alí Chumacero.

Cayó desnuda, virgen, la palabra; cayó la virgen desnudada bajo mi cuerpo, trémulo latir que hoy apenas si me pertenece y me embriaga con cálido rumor, rodea mi epidermis, se introduce letal bajo mi lengua, y mis párpados no lo miran pero lo sienten desalado, desolado que busca entre la noche la amarga conjunción de dos manos eternamente unidas en el estrecho abrazo de la muerte. Calló la voz. Mudos los labios ciñéronse a la sombra incendiando el incienso de su caída flor; tan quietos como el sueño que también esperaban con ansiedad de ciego sobre el tacto; descansando angustiosos como el árbol sin fruto bajo la primavera. Y mi cuerpo cayó a un desesperado cuerpo, y desde entonces siente cómo crecen sus nervios en una dura ruina hecha de sombra y voz estremecidas por el vivo temor de estrecharse a la noche, como el mar a las aguas que lo nutren o la voz a los labios, fuente muda; y en la quietud nacida de este limpio silencio que por mi cuerpo corre, destrozados los labios, la voz y l...

L'obscurité des eaux

Otra evocación en esta noche de lluvia, de temblores en el alma: La niña monstruo. L'obscurité des eaux Escucho resonar el agua que cae en mi sueño. Las palabras caen como el agua yo caigo. Dibujo en mis ojos la forma de mis ojos, nado en mis aguas, me digo mis silencios. Toda la noche espero que mi lenguaje logre configurarme. Y pienso en el viento que viene a mí, permanece en mí. Toda la noche he caminado bajo la lluvia desconocida. A mí me han dado un silencio pleno de formas y visiones (dices). Y corres desolada como el único pájaro en el viento. Alejandra Pizarnik

Licantropía

En esta noche en la que mi corazón ama y muerde, en la que mi ser se renueva en la ceniza, y mi carne cruza sueños y puertas, evoco la licantropia. A continuación la selección del poema "Licantropía Contemporánea" de Louis Aragon, selección escogida para una representación dramática en el TUT. No hay límites para la melancolía humana Se cuenta siempre con una piedra para colocar sobre la pirámide de las lágrimas Estáis seguros de padecer tanto como una mujer estrangulada en el momento en que ella sabe que todo ha terminado y desea acabar Estáis seguros de que no valdría más ser estrangulado si uno piensa en los cuchillos de las horas que se acercan Desde hace tiempo vivo mi último minuto La arena que mastico es la de una agonía invisible y perpetua Las llamas que hago recortar de tiempo en tiempo por el peluquero son las únicas en delatar el negro infierno interior que me habita Como cuerpos privados de sepultura los hombres se pasean por el jardín de mi mirada Soñadores inex...

A Blas de Otero. Gabriel Celaya.

A BLAS DE OTERO Amigo Blas de Otero: Porque sé que tú existes, y porque el mundo existe, y yo también existo, porque tú y yo y el mundo nos estamos muriendo, gastando nuestras vueltas como quien no hace nada, quiero hablarte y hablarme, dejar hablar al mundo de este dolor que insiste en todo lo que existe. Vamos a ver, amigo, si esto puede aguantarse: El semillero hirviente de un corazón podrido, los mordiscos chiquitos de las larvas hambrientas, los días cualesquiera que nos comen por dentro, la carga de miseria, la experiencia —un residuo—, las penas amasadas con lento polvo y llanto. Nos estamos muriendo por los cuatro costados, y también por el quinto de un Dios que no entendemos. Los metales furiosos, los mohos del cansancio, los ácidos borrachos de amarguras antiguas, las corrupciones vivas, las penas materiales... todo esto —tú sabes—, todo esto y lo otro. Tú sabes. No perdonas. Estás ardiendo vivo. La llama que nos duele quería ser un ala. Tú sabes y tu verso pone el grito en e...

San Jerónimo

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San Jerónimo, Centro Histórico, Ciudad de México.

Tres de Bertolt Brecht!

GENERAL SU TANQUE ES UN VEHICULO PODEROSO General, tu tanque es más fuerte que un coche. Arrasa un bosque y aplasta a cien hombres. Pero tiene un defecto: necesita un conductor. General, tu bombardero es poderoso. Vuela más rápido que la tormenta y carga más que un elefante. Pero tiene un defecto: necesita un piloto. General, el hombre es muy útil. Puede volar y puede matar. Pero tiene un defecto: puede pensar. MUCHAS MANERAS DE MATAR Hay muchas maneras de matar. Pueden meterte un cuchillo en el vientre. Quitarte el pan. No curarte de una enfermedad. Meterte en una mala vivienda. Empujarte hasta el suicidio. Torturarte hasta la muerte por medio del trabajo. Llevarte a la guerra, etc... Sólo pocas de esta cosas están prohibidas en nuestro Estado. PRIMERO COGIERON... Primero cogieron a los comunistas, y yo no dije nada por que yo no era un comunista. Luego se llevaron a los judíos, y no dije nada porque yo no era un judío. Luego vinieron por los obreros, y no dije nada porque no era ni o...

Regina

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Una tarde de sol, en la calle de Regina en el Centro Histórico de esta Jungla.

Parque México

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Un respiro en el Parque México

Mucho más allá. Pizarnik

¿ Y si nos vamos anticipando de sonrisa en sonrisa hasta la última esperanza? ¿Y qué? ¿Y qué me das a mí, a mí que he perdido mi nombre, el nombre que me era dulce sustancia en épocas remotas, cuando yo no era yo sino una niña engañada por su sangre? ¿A qué , a qué este deshacerme, este desangrarme, este desplumarme, este desequilibrarme si mi realidad retrocede como empujada por una ametralladora y de pronto se lanza a correr, aunque igual la alcanzan, hasta que cae a mis pies como un ave muerta? Quisiera hablar de la vida . Pues esto es la vida, este aullido, este clavarse las uñas en el pecho, este arrancarse la cabellera a puñados , este escupirse a los propios ojos, sólo por decir, sólo por ver si se puede decir: "¿es que yo soy? ¿ verdad que sí ? ¿no es verdad que yo existo y no soy la pesadilla de una bestia?". Y con las manos embarradas golpeamos a las puertas del amor. Y con la conciencia cubierta de sucios y hermosos velos, pedimos por Dios. Y con las sienes restall...

Silencio insospechado

Despierto en un cuarto vacío, en la penumbra de la noche oliendo a rosas y a jardín salvaje. No dejo de darle vueltas a la misma hoja en blanco, no quiero renunciar a tanto sueño, a tanto poder equivocarme sin nada que perder (sin perderme). Voy como el río, nueva y salvaje, tropezando con todo, quitando todo lo que no sirve. Mis pasos son de viajera en el desierto, llena de arena, llena de tanta sed. En este jardín salvaje todas las manzanas son del Edén, todas han sido creadas para hacernos perder y de tanto perdernos ya no tenemos nada más. Son las risas, el aire, las mentiras, no soy yo cayendo de la ventana (en este sueño no soy yo), son todos los días llenos de silencio. El dolor que he guardado y la felicidad que he callado, todo, todo estallará dentro de mi, y de nuevo seré otra. No soy una flor que se guarda marchita en un libro viejo, no soy una hiena, busco la música del infierno, no soy una bandera ardiendo, busco la esencia del fuego. Miradas como piedras, momentos compart...

Abandonada

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Ensayos en el Museo de la Ciudad de México

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Rayuela, Cap. 21 (fragmento)

Crevel desconfía y lo comprendo. Entre la Maga y yo crece un cañaveral de palabras, apenas nos separan unas horas y unas cuadras y ya mi pena se llama pena, mi amor se llama mi amor... Cada vez iré sintiendo menos y recordando más, pero qué es el recuerdo sino el idioma de los sentimientos, un diccionario de caras y días y perfumes que vuelven como los verbos y los adjetivos en el discurso, adelantándose solapados a la cosa en sí, al presente puro, entristeciéndonos o aleccionándonos vicariamente hasta que el propio ser se vuelve vicario, la cara que mira hacia atrás abre grandes los ojos, la verdadera cara se borra poco a poco como en las viejas fotos y Jano es de golpe cualquiera de nosotros. Todo esto se lo voy diciendo a Crevel pero es con la Maga que hablo, ahora que estamos tan lejos. Y no le hablo con las palabras que sólo han servido para no entendernos, ahora que ya es tarde empiezo a elegir otras, las de ella, las envueltas en eso que ella comprende y que no tiene nombre, aur...

El poeta. Filomena. (fragmento)

Poeta: Eso sí no lo permito: Voy a darte una prueba de mi talento. ¿Qué quieres que diga el verso? Filomena: Pues que yo, cuando voy a comprar el pan para el desayuno lo veo por la ventanita enrejada que está a la altura de la calle; que me he fijado que se peina con mucho cuidado y ojalá no tenga novia. Que a veces cuando me acuerdo de él se me olvida todo y me regaña el señor y hasta me ha dicho estúpida. Que cuando me despierto y veo mis zapatos juntos al pie de la cama se me hace que se sienten muy solos y que me gustaría que allí estuvieran los suyos para hacerles compañia. Que yo me llamo Filomena y que ya sé que él se llama Carlos y que su nombre es muy bonito... Luisa Josefina Hernández

La UAM

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Nostalgia

Tengo las ganas cansadas de tanto verte sin saber qué hacer. No hay ilusiones que sacudan de norte a sur los mares. Mi pecho está ardiendo, loco y mareado. Cae tu voz desde las nubes y me hunde hasta el sol. Estoy renunciando a este amor clavado en las paredes de nuestras casas. Voy cazando miradas y sonrisas para no encontrar las tuyas. Otros brazos me esperan, voy a otros brazos. La luna creciente, el mar infinito, la luz que no duerme, el rugido que mi piel esconde, sigo cayendo, un globo verde, las lámparas que no arden, la ciudad perdida, voy elevándome...

Itinerario

...el teatro entraña la mayor servidumbre y la mayor grandeza del poeta... Rodolfo Usigli en Itinerio del actor .

Año nuevo...

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Ahhh esta niña es genial XD!!

Persona... Máscara

Texto de Aulo Gelio encontrado en Rayuela (capítulo 148): De la etimología que da Gabio Basso a la palabra persona. Sabia e ingeniosa explicación, a fe mía, la de Gabio Basso, en su tratado Del origen de los vocablos , de la palabra persona, máscara. Cree que este vocablo toma origen del verbo personare, retener. He aquí cómo explica su opinión: «No teniendo la máscara que cubre por completo el rostro más que una abertura en el sitio de la boca, la voz, en vez de derramarse en todas direcciones, se estrecha para escapar por una sola salida, y adquiere por ello sonido más penetrante y fuerte. Así, pues, porque la máscara hace la voz humana más sonora y vibrante, se le ha dado el nombre de persona, y por consecuencia de la forma de esta palabra, es larga la letra o en ella». AULIO GELIO, Noches Aticas.