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Mostrando entradas de 2016

Gravitación_Juan José Arreola

Los abismos atraen. Yo vivo en la orilla de tu alma. Inclinado hacia ti, sondeo tus pensamientos, indago el germen de tus actos. Vagos deseos se remueven en el fondo, confusos y ondulantes en su lecho de reptiles. ¿De qué se nutre mi contemplación voraz? Veo el abismo y tú yaces en lo profundo de ti misma. Ninguna revelación. Nada que se parezca al brusco despertar de la conciencia. Nada sino el ojo que me devuelve implacable mi descubierta mirada. Narciso repulsivo, me contemplo el alma en el fondo de un pozo. A veces el vértigo desvía los ojos de ti. Pero siempre vuelvo a escrutar en la sima. Otros, felices, miran un momento tu alma y se van. Yo sigo a la orilla, ensimismado. Muchos seres se despeñan a lo lejos. Sus restos yacen borrosos, disueltos en la satisfacción. Atraído por el abismo, vivo la melancólica certeza de que no voy a caer nunca.

El don oscuro

He aquí las ruinas de un mundo roto, un mapa sin signos, el viento corriendo a la deriva. He aquí el templo, y yo ofreciendo mi corazón licántropo. Hoy es la noche de las elegías, la noche del amparo, la noche llamando cruzar al otro lado de la luna. Busco su nombre en los bordes del océano, en las lágrimas del campanario, en los campos de lavanda, en la memoria del romero. Ella es el sauce a la orilla del río, es la flor que guarda las piezas pérdidas de este cuerpo. Es la oscuridad filtrando la luz, la luz señalando los caminos, ella es la guardiana de los caminos.

Task of a poet_Dejan Stojanovic

To hear never-heard sounds, To see never-seen colors and shapes, To try to understand the imperceptible Power pervading the world; To fly and find pure ethereal substances That are not of matter But of that invisible soul pervading reality. To hear another soul and to whisper to another soul; To be a lantern in the darkness Or an umbrella in a stormy day; To feel much more than know. To be the eyes of an eagle, slope of a mountain; To be a wave understanding the influence of the moon; To be a tree and read the memory of the leaves; To be an insignificant pedestrian on the streets Of crazy cities watching, watching, and watching. To be a smile on the face of a woman And shine in her memory As a moment saved without planning.

Ophelia

GERTRUDE:  There’s a willow that leans over the brook, dangling its white leaves over the glassy water. Ophelia made wild wreaths out of those leaves, braiding in crowflowers, thistles, daisies, and the orchises that vulgar shepherds have an obscene name for, but which pure-minded girls call “dead men’s fingers.” Climbing into the tree to hang the wreath of weeds on the hanging branches, she and her flowers fell into the gurgling brook. Her clothes spread out wide in the water, and buoyed her up for a while as she sang bits of old hymns, acting like someone who doesn’t realize the danger she’s in, or like someone completely accustomed to danger. But it was only a matter of time before her clothes, heavy with the water they absorbed, pulled the poor thing out of her song, down into the mud at the bottom of the brook. Hamlet, Act 4, Scene 7_William Shakespeare

Ceremonia

La noche es el lugar de las promesas, nos transforma en danza de luciérnagas, apenas un murmullo en la memoria. Se oscureció el fondo mío, el límite de mi alfabeto. Pronto mis brazos serán hogar de las mareas, curados del insomnio con furor, habitados hasta el final de la tormenta. Digo otoño, digo mayo, y también digo, para que sigas siendo mío, que eres los versos del libro perdido. Acaricia mi sombra que es tu sombra que es un espejo y que es melodía. Medio día escondido en una habitación, donde el áspero viento nada oye. Póstrate ante el sueño, el hilo que la conciencia humedece, ahí donde la gravedad se ausenta.

Nocturno en que nada se oye_Xavier Villaurrutia

En medio de un silencio desierto como la calle antes del crimen sin respirar siquiera para que nada turbe mi muerte en esta soledad sin paredes al tiempo que huyeron los ángulos en la tumba del lecho dejo mi estatua sin sangre para salir en un momento tan lento en un interminable descenso sin brazos que tender sin dedos para alcanzar la escala que cae de un piano invisible sin más que una mirada y una voz que no recuerdan haber salido de ojos y labios ¿qué son labios? ¿qué son miradas que son labios? Y mi voz ya no es mía dentro del agua que no moja dentro del aire de vidrio dentro del fuego lívido que corta como el grito Y en el juego angustioso de un espejo frente a otro cae mi voz y mi voz que madura y mi voz quemadura y mi bosque madura y mi voz quema dura como el hielo de vidrio como el grito de hielo aquí en el caracol de la oreja el latido de un mar en el que no sé nada en el que no se nada porque he dejado pies y brazos en ...

Fórmula mágica

Dícese que uno puede volverse invisible invocando los siete planetas, la región de la tristeza, la cabellera bifurcada de las furias, el fuego azul de Platón y el árbol de Hécate. Pompeyo Gener, La muerte y el diablo

Conjuro

Aquí estoy, renacida y olvidada, evocando memorias ignotas, acrecentando la gravedad de la ausencia. He renunciado a tus labios, la herida específica.  Aquí estoy, ilimitada y expuesta. Supe contar en tu mirada el frenesí de lo improbable, tejerte guirnaldas en el viento con tu risa.  Aquí estoy, volátil y creciente, visitando el tiempo detenido entre tus brazos, varada en tus ojos. Aquí y ahora, una música de tambores nace del agua: llueve. El corazón vuelve a ser salvaje. He aquí la señal: tus pasos han desaparecido. Bailo lejana, curada, ardiendo, licántropa.