Conjuro
Aquí estoy, renacida y olvidada, evocando memorias ignotas,
acrecentando la gravedad de la ausencia. He renunciado a tus labios, la herida
específica. Aquí estoy, ilimitada y
expuesta. Supe contar en tu mirada el frenesí de lo improbable, tejerte
guirnaldas en el viento con tu risa. Aquí
estoy, volátil y creciente, visitando el tiempo detenido entre tus brazos,
varada en tus ojos. Aquí y ahora, una música de tambores nace del agua: llueve.
El corazón vuelve a ser salvaje. He aquí la señal: tus pasos han desaparecido. Bailo
lejana, curada, ardiendo, licántropa.
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