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Mostrando entradas de 2011

Amor es mar

Llegas, amor, cuando la vida ya nada me ofrecía sino un duro sabor de lenta consunción y un saberse dolor desamparado, casi ceniza de tinieblas; llega tu voz a destrozar la noche y asciendes por mi cuerpo como el cálido pulso hacia el latir postrero de quien a solas sabe que un abismo de duelo le sostiene. Nada había sin ti, ni un sueño transformado en vida, ni la certeza que nos precipita hasta el total saberse consumido; sólo un pavor entre mi noche levantando su voz de precipicio: era una sombra que se destrozaba, incierta en húmedas tinieblas y engañosas palabras destruidas, trocadas en blasfemias que a los ojos ni luz ni sombra daban: era el temor a ser sólo una lágrima. Mas el mundo renace al encontrarte, y la luz es de nuevo ascendiendo hacia el aire la tersa calidez de sus alientos lentamente erigidos; brotan de fuerza y cólera y de un aroma suave como espuma, tal un leve recuerdo que de pronto se hiciera un muro de dureza o manantial de sombra. Y en ti mi corazón no tiene form...

Hacia Un Teatro Pobre (fragmento)

¿Por qué nos interesa el arte? Para cruzar nuestras fronteras, sobrepasar nuestras limitaciones, colmar nuestro vacío, colmarnos a nosotros mismos. No es una condición, es un proceso en el que lo oscuro dentro de nosotros se vuelve de pronto transparente. En esta lucha con la verdad íntima de cada uno, en este esfuerzo por desenmascarar el disfraz vital, el teatro, con su perceptividad carnal, siempre me ha parecido un lugar de provocación. Es capaz de desafiarse a sí mismo y a su público, violando estereotipos de visión, juicio y sentimiento; sacando más porque es el reflejo del hálito, cuerpo e impulsos internos del organismo humano. Este desafío al tabú, esta transgresión, proporciona el choque que arranca la máscara y que nos permite ofrecernos desnudos a algo imposible de definir pero que contiene a la vez a Eros y Carites. Jerzy Grotowski

El Perseguidor (fragmento). Julio Cortázar.

-Lo que pasa es que se creen sabios -dice de golpe-. Se creen sabios porque han juntado un montón de libros y se los han comido. Me da risa, porque en realidad son buenos muchachos y viven convencidos de que lo que estudian y lo que hacen son cosas muy difíciles y profundas. En el circo es igual, Bruno, y entre nosotros es igual. La gente se figura que algunas cosas son el colmo de la dicultad, y por eso aplauden a los trapecistas, o a mí. Yo no sé qué se imaginan, que uno se está haciendo pedazos para tocar bien, o que el trapesista se rompe los tendones cada vez que da un salto. En realidad las cosas verdaderamente difíciles son otras tan distintas, todo lo que la gente cree poder hacer a cada momento. Mirar, por ejemplo, o comprender a un perro o a un gato. Esas son las dificultades, las grandes dificultades. Anoche se me ocurrió mirarme en este espejito, y te aseguro que era tan terriblemente difícil que casi me tiro de la cama. Imagínate que te estás viendo a ti mismo; eso tan sól...

Despertar. Pizarnik.

Invoco a la lluvia, a los sauces que lloran música, a los dragones que viven en el cabello del viento. Noche clara, llena de ahogos, de oscuros dolores de mis ancestros. La noche es hoy. La noche del otro lado de la luna. El despertar A León Ostrov Señor La jaula se ha vuelto pájaro y se ha volado y mi corazón está loco porque aúlla a la muerte y sonríe detrás del viento a mis delirios Qué haré con el miedo Qué haré con el miedo Ya no baila la luz en mi sonrisa ni las estaciones queman palomas en mis ideas Mis manos se han desnudado y se han ido donde la muerte enseña a vivir a los muertos Señor El aire me castiga el ser Detrás del aire hay monstruos que beben de mi sangre Es el desastre Es la hora del vacío no vacío Es el instante de poner cerrojo a los labios oír a los condenados gritar contemplar a cada uno de mis nombres ahorcados en la nada. Señor Tengo veinte años También mis ojos tienen veinte años y sin embargo no dicen nada...

Destino

Fuente de mi alegría, pozo de mis angustias, deseo que tu voz se evapore en el aire. Se secará la fuente, se desbordará el pozo, y yo iré agrietándome a cada paso, andaré buscando polvo para llenarme de él, para vaciarme de cada lagrima que ande buscando tu camino, me volveré roca y ni el mar podrá conmigo. Y esta lengua tendrá la memoria de tu petrificado nombre, y será fuego antiguo que no duerme.

Sueño

Del otro lado de la ciudad. Lejos de casa. Anochece. Camino y olvido la desolación. Camino y la desolación crece. Cada paso es una palabra que busca reconciliarse conmigo misma. Mis errores corren tras de mí como mi sombra. Todas las ventanas por las que veo están rotas... ¡Mísera ilusión de regresar el tiempo! Desde este lugar veo todas las lámparas prendidas a medio día. Qué será esa locura al amanecer, qué será esa alegría marcada después del meridiano. Qué será esa angustia que sueño cuando duermo. Sueño: frente al espejo una mancha púrpura se asoma a mi lagrimal del ojo derecho, mis dedos tocan esa mancha y mi brazo se estira suavemente para sacar del ojo un coagulo enorme. Miedo, sed, escalofrio... ¿Y si de pronto no pudiera verte, ni leerte, ni recordarte? ¿Y si esa sangre coagulada fuera la sentencia de mi existencia? Al parecer, este corazón está hecho de menudencias de pescado. Por qué duermo con una sonrisa y despierto con los puños cerrados. He recorrido noventa y nueve ve...

Ofrenda

Este cariño es espeso y oscuro, desintegrado como carne que se pudre. Cariño condenado a las sombras, a la brevedad, a la imposibilidad. Es sucio como mis manos, deforme como alas de ángel, sincero como llanto de niño recién nacido. ¿Crees que lo mereces? Este cariño es libidinoso, esperanza del que nada tiene. Es todo lo que puedo darte.

Promesa

Tú no los ves. Son el sudor de mi cuerpo, pequeñas bestias que han secuestrado mi sonrisa. En tu boca nacen planetas inexplorados, electricidad fluyendo por tu piel, pulverizando la mala hierba, pulverizandóme. Tú no ves a los cadáveres. Escucho tu risa, toco tus sueños mientras los míos se desvanecen. Tus brazos rodeandóme son una orgía. Tu inocencia me castiga. Me sumergo en tus párpados para esconder ese sacrilegio. Tu espalda temblorosa, cómo te sueño bailando en mis muslos, cómo te imagino volando con alas de buitre, cómo descubro tus mentiras, tus mentiras parecen hormigas. Amo de una sístole frágil y sin embargo no puedo descifrar el miedo encerrado en tus pupilas. Somos dos animales distintos. Tu puedes ver mis sueños, nada te lo impide. Tus piernas se mueven con ternura mientras tus dientes arden, marcandóme la piel. Yo ciega y tú mudo, estamos en profunda cercanía con la simetría del universo. Cada letra de tu nombre me da miedo. Si no estás enfurezco. No me da verguenza mi c...

Rayuela. Capítulo 27.

- Oh, Pola - dijo la Maga-. Yo sé más de ella que Horacio. - ¿Sin haberla visto nunca. Lucía? - Pero si la he visto tanto -dijo la Maga impaciente- Horacio la traía metida en el pelo, en el sobretodo, temblaba de ella, se lavaba de ella... Julio Cortázar

Dactilógrafo. Mario Benedetti.

Montevideo quince de noviembre de mil novecientos cincuenta y cinco Montevideo era verde en mi infancia absolutamente verde y con tranvías muy señor nuestro por la presente yo tuve un libro del que podía leer veinticinco centímetros por noche y después del libro la noche se espesaba y yo quería pensar en cómo sería eso de no ser de caer como piedra en un pozo comunicamos a usted que en esta fecha hemos efectuado por su cuenta quién era ah sí mi madre se acercaba y prendía la luz y no te asustes y después la apagaba antes que me durmiera el pago de trescientos doce pesos a la firma Menéndez & Solari y sólo veía sombras como caballos y elefantes y monstruos casi hombres y sin embargo aquello era mejor que pensarme sin la savia del miedo desaparecido como se acostumbra en un todo de acuerdo con sus órdenes de fecha siete del corriente eran tan diferente era verde absolutamente verde y con tranvías y qué optimismo tener la ventanilla sentirse dueño de la calle que baja jugar con los nú...

Delirium

Ansiedad en esta noche sin locura. El cielo es una jaula enorme. No hay respuestas, no hay preguntas, no hay estrellas. El temblor nace en mis ojos, el corazón se esconde, los dedos se retuercen. El puerto es un desierto lleno de fantasmas. La noche reventada lanza los lamentos de los condenados, son esos ecos que escarban entre mi piel. Búsqueda de un rincón vacío, en el cual puedan germinar todas las perversiones; un universo donde el amor se manifiesta bestial, enorme, agitado, lleno de olas, de gemidos que nazcan de entre la piel y los dientes, amor que tenga la forma de un árbol, amor que no conozca la sentencia del tiempo. Amor que sea música que apacigüe a esta loba. Tambores y cantos de sirena en esta noche, esta noche que es como todas las noches, noche solitaria y peligrosa, noche entre tus manos desveladas. Tu cabello se agita en el viento de una ciudad envenenada, tu alma perdida no halla su lugar en este mundo. Miro otros ojos y son mis ojos, en otro cuerpo mi cuerpo se co...

Macbeth (fragmento). Shakespeare.

Cuarto acto Escena I (Una caverna. En medio, una caldera hirviendo) Trueno. Entran las tres brujas. Bruja primera: Tres veces ha maullado el gato moteado. Bruja segunda: Tres, y una ha gemido el erizo. Bruja tercera: La Arpía grita: ¡Es hora, es hora! Bruja primera: Dad vueltas a la caldera, echad tripas con veneno sapo que en la piedra fría treinta y un días durmiendo hiciste veneno ardiente, sé tú en hervir el primero. Todas: Dobla, dobla tu trabajo, abrasen fuego y caldero. Bruja segunda: Lomo de culebra de agua vaya a cocer al puchero: ojo de tritón, aleta de rana, boca de perro, lengua partida de víbora, pelambrera de murciélago, pata de lagarto, y ala de búho, en el cocimiento hiervan fuerte y con burbujas, y hagan buen caldo de infierno. Todas: Dobla, dobla tu trabajo, abrasen fuego y caldero. Bruja tercera: Escama de dragón, diente de lobo, cadáver seco de bruja, fauces y panza de tiburón traicionero, raíz de cicuta, a oscuras arrancada: de un blasfemo judío, el hígado: hie...