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Mostrando entradas de 2015

La caída_Alejandra Pizarnik_Las aventuras pérdidas_1958

LA CAÍDA Música jamás oída, Amada en antiguas fiestas. ¿Ya nunca volveré a abrazar al que vendrá después del final? Pero esta inocente necesidad de viajar entre plegarias y aullidos. Yo no sé. No sé sino el rostro de cien ojos de piedra que llora junto al silencio y que me espera. Jardín recorrido en lágrimas, habitantes que besé cuando mi muerte aún no había nacido. En el viento sagrado tejían mi destino. 

Poem 997_Emily Dickinson

Crumbling is not an instant's Act A fundamental pause Delapidation's processes Are organized Decays. 'Tis first a Cobweb on the Soul A Cuticle of Dust A Borer in the Axis An Elemental Rust-- Ruin is formal--Devils work Consecutive and slow-- Fail in an instant, no man did Slipping--is Crashe's law.

Antipoema de la felicidad_Alfonsina Storni

¿Quiénes sufren más allá del círculo mágico que dibuja la tierna baba empecinada? ¿Qué leprosos, qué artritis solapada, qué tedio de amor, qué bocas replegadas hacia el rencor y el odio devorantes? ¿Dónde los prolijos vituperios de la vejez, del llanto? El pescado de plata tiene un olor que lo separa para siempre de los atroces alimentos terrestres. La rosa separada de su tallo deja en el aire un color de transfiguración puro y callado. El pabellón de su oreja se hace el dibujo visible de la música.  Y como una luna de verano en el fondo de un valle distante sube una sonrisa hacia sus ojos y sus sienes. Todo lo agrio y verdadero, todas las separaciones y el tiempo enigmático y el olvido, todo espera ausente y detenido en la tiniebla exterior que el éxtasis rechaza. Felicidad, perra abierta y buscadora bestia que nos acostumbra al estropajo demasiado dulce de su lengua. Qué deliciosa sin nombre -más que las uñas de mi madre entre el pelo salvaje de la infancia- en nuestros oídos in...

Piedra de Sol_Octavio Paz

La treizième revient...c’est encor la première;  et c’est toujours la seule-ou c’est le seul moment;  car es-tu reine, ô toi, la première ou dernière?  es-tu roi, toi le seul ou le dernier amant?  Gérard de Nerval, Arthèmis Un sauce de cristal, un chopo de agua, un alto surtidor que el viento arquea, un árbol bien plantado mas danzante, un caminar de río que se curva, avanza, retrocede, da un rodeo y llega siempre:                       un caminar tranquilo de estrella o primavera sin premura, agua que con los párpados cerrados mana toda la noche profecías, unánime presencia en oleaje, ola tras ola hasta cubrirlo todo, verde soberanía sin ocaso como el deslumbramiento de las alas cuando se abren en mitad del cielo, un caminar entre las espesuras de los días futuros y el aciago fulgor de la desdicha como un ave petrificando el bosque con su canto y las felicidades inminentes entre l...

Los fragmentos de la noche_José Lezama Lima

Cómo aislar los fragmentos de la noche para apretar algo con las manos, como la liebre penetra en su oscuridad separando dos estrellas apoyadas en el brillo de la yerba húmeda. La noche respira en una intocable humedad, no en el centro de la esfera que vuela, y todo lo va uniendo, esquinas o fragmentos, hasta formar el irrompible tejido de la noche, sutil y completo como los dedos unidos que apenas dejan pasar el agua, como un cestillo mágico que nada vacío dentro del río. Yo quería separar mis manos de la noche, pero se oía una gran sonoridad que no se oía, como si todo mi cuerpo cayera sobre una serafina silenciosa en la esquina del templo. La noche era un reloj no para el tiempo sino para la luz, era un pulpo que era una piedra, era una tela como una pizarra llena de ojos. Yo quería rescatar la noche aislando sus fragmentos, que nada sabían de un cuerpo, de una tuba de órgano sino la sustancia que vuela desconociendo los pestañeos de la luz. Quería rescata...

1984_Fragmento_George Orwell

Locura, locura _le decía el corazón-, locura deliberada, gratuita y suicida. De todos los delitos imaginables que pudiera cometer un afiliado al partido, era éste el más difícil de ocultar. 

Sólo la Muerte_Pablo Neruda

IX. Hay cementerios solos, tumbas llenas de huesos sin sonido, el corazón pasando un túnel oscuro, oscuro, oscuro, como un naufragio hacia adentro nos morimos, como ahogarnos en el corazón, como irnos cayendo desde la piel al alma. Hay cadáveres, hay pies de pegajosa losa fría, hay la muerte en los huesos, como un sonido puro como un ladrido sin perro, saliendo de ciertas campanas, de ciertas tumbas, creciendo en la humedad como el llanto o la lluvia. Yo veo solo, a veces, ataúdes a vela, zarpar con difuntos pálidos, con mujeres de trenzas muertas, con panaderos blancos como ángeles, con niñas pensativas casadas con notarios, ataúdes subiendo el río vertical de los muertos, el río morado, hacia arriba, con las velas hinchadas por el sonido de la muerte, hinchadas por el sonido silencioso de la muerte. A lo sonoro llega la muerte como un zapato sin pie, como un traje sin hombre, llega a golpear con un anillo sin piedra y sin dedo, llega a gritar sin boca, ...

Dactilógrafo_Mario Benedetti

Montevideo quince de noviembre de mil novecientos cincuenta y cinco Montevideo era verde en mi infancia absolutamente vrede y con travías muy señor nuestro por la presente yo tuve un libro del que podía leer veinticinco centímetros por noche y después del libro del que podía leer y yo quería pensar en cómo sería eso de no ser de caer como piedra en un pozo comunicamos a usted que en esta fecha hemos efectuado por su cuenta quién era ah sí mi madre se acercaba y prendía la luz y no te asustes y después la apagaba antes que no durmiera el pago de trescientos doce pesos a la firma Menéndez & Solari y sólo veía sombras como caballos y elefantes y monstruos casi hombres y sin embargo aquello era mejor que pensarme sin la savia del miedo desaparecido como se acostumbra en un todo de acuerdo con sus órdenes de fecha siete del correinte eran tan diferente era verde absolutamnte verde y con tranvís y qué optimismo tener la ventanilla sentirse dueño de la calle que...

Little Gidding_Four Quartets_T.S. Elliot

I Midwinter spring is its own season Sempiternal though sodden towards sundown, Suspended in time, between pole and tropic. Whem the short day is brightest, with frost and fire, The brief sun flames the ice, on pond and ditches, In windless cold that is the heart's heat, Reflecting in a watery mirror A glare that is blindness in the early afternoon. And glow more intense than blaze of branch, or brazier, Stirs the dumb spirit: no wind, but pentecostal fire In the dark time of the year. Between melting and freezing The soul's sap quivers. There is no earth smell Or smell of living thing. This is the spring time But not in time's covenant. Now the hedgerow Is blanched for an hour with transitory blossom Of snow, a bloom more sudden Than that of summer, neither budding nor fading, Not in the scheme of generation. Where is the summer, the unimaginable Zero summer?                         If you came this way,...

The Dry Salvages_Four Quartets_T.S. Elliot

I        I do not know much about gods; but I think that the river Is a strong brown god - sullen, untamed and intractable, Patient to some degree, at first recognised as a frontier; Useful, untrustworthy, as a conveyor of commerce; Then only a problem confronting the builder of bridges. The problem once solved, the brown god is almost forgotten By the dwellers in cities - ever, however, implacable. Keeping his seasons, and rages, destroyer, reminder Of what men choose to forget. Unhonoured, unpropitiated By worshippers of the machine, but waiting, watching and waiting. His rhythm was present in the nursery bedroom, In the rank ailanthus of the April dooryard, In the smell of grapes on the autumn table, And the evening circle in the winter gaslight.        The river is within us, the sea is all about us; The sea is the land's edge also, the granite, Into which it reaches, the beaches where it tosses Its hints of earlier and oth...

East Coker_Four Quartets_T.S. Elliot

I        In my beginning is my end. In succession Houses rise and fall, crumble, are extended, Are removed, destroyed, restored, or in their place Is an open field, or a factory, or a by-pass. Old stone to new building, old timber to new fires, Old fires to ashes, and ashes to the earth Which is already flesh, fur and faeces, Bone of man and beast, cornstalk and leaf. Houses live and die: there is a time for building And a time for living and for generation And a time for the wind to break the loosened pane And to shake the wainscot where the field-mouse trots And to shake the tattered arras woven with a silent motto.        In my beginning is my end. Now the light falls Across the open field,, leaving the deep lane Shuttered with branches, dark in the afternoon, Where you lean against a bank while a van passes, And the deep lane insists on the direction Into the village, in the elctric heat Hypnotised. In a warm haze the sul...

Burnt Norton_Four Quartets_T.S. Elliot

I Time present and time past Are both perhaps present in time future And time future contained in time past. If all time is eternally present All time is unredeemable. What might have been is an abstraction Remaining a perpetual possibility Only in a world of speculation. What might have been and what has been Point to one end, which is always present. Footfalls echo in the memory Down the passage which we did not take Towards the door we never opened Into the rose-garden. My words echo Thus, in your mind.                                    But to what purpose Disturbing the dust on a bowl of rose-leaves I do not know.                                    Other echoes Inhabit the garden. Shall we follow? Quick, said the bird, find them, find them, Round the corner. Through the first gate, ...

Rhiannon

Imagen
She is like a cat in the dark and then she is the darkness...

Diving into the Wreck_Adrienne Rich

Diving into the Wreck  First having read the book of myths, and loaded the camera, and checked the edge of the knife-blade, I put on the body-armor of black rubber the absurd flippers the grave and awkward mask. I am having to do this not like Cousteau with his assiduous team aboard the sun-flooded schooner but here alone. There is a ladder. The ladder is always there hanging innocently close to the side of the schooner. We know what it is for, we who have used it. Otherwise it is a piece of maritime floss some sundry equipment. I go down. Rung after rung and still the oxygen immerses me the blue light the clear atoms of our human air. I go down. My flippers cripple me, I crawl like an insect down the ladder and there is no one to tell me when the ocean will begin. First the air is blue and then it is bluer and then green and then black I am blacking out and yet my mask is powerful it pumps my bloo...

Consejos para la mujer fuerte_Gioconda Belli

Si eres una mujer fuerte protégete de las alimañas que querrán almorzar tu corazón. Ellas usan todos los disfraces de los carnavales de la tierra: se visten como culpas, como oportunidades, como precios que hay que pagar. Te hurgan el alma; meten el barreno de sus miradas o sus llantos hasta lo más profundo del magma de tu esencia no para alumbrarse con tu fuego sino para apagar la pasión la erudición de tus fantasías.   Si eres una mujer fuerte tienes que saber que el aire que te nutre acarrea también parásitos, moscardones, menudos insectos que buscarán alojarse en tu sangre y nutrirse de cuanto es sólido y grande en ti.   No pierdas la compasión, pero témele a cuanto conduzca a negarte la palabra, a esconder quién eres, lo que te obligue a ablandarte y te prometa un reino terrestre a cambio de la sonrisa complaciente.   Si eres una mujer fuerte prepárate para la batalla: aprende a estar sola a dormir en la más absolu...

El nombre sobre la piedra_Wadji Mouawad

Incendio de la infancia 12. El nombre sobre la piedra Nawal (19 años) frente a la tumba de su abuela. Escribe el nombre de Nazira en árabe. Nawal: ¡Noûn, Aleph, zaïn, yé, rra! Nazira. Tu nombre ilumina tu tumba. entré al pueblo por el camino que viene de allá abajo. Mi madre estaba ahí, a mitad del camino. Me esperaba, creo. Debió haberlo presentido. Por la fecha. Nos vimos como dos desconocidos. Uno a uno llegaron los habitantes del pueblo. Dije: "Regresé para grabar el nombre de mi abuela sobre su tumba." Se rieron: "¿Ahora sabes escribir? Dije que sí. Se rieron. Un hombre me escupió. Dijo: "Sabes escribir, pero no sabes defenderte." Cogí el libro que llevaba en la bolsa. Lo golpeé tan fuerte que la portada se dobló, y él cayó atontado." Continúe caminando. Mi madre me vio hasta que llegué a la fuente, después di la vuelta para subir hacia el cementerio y venir a tu tumba. Me voy. Voy a recuperar a mi hijo. Abuela, observo el sol  y me digo q...